Revisoría Fiscal desnudó la Feria de Cali del año pasado, donde se encontraron inconsistencias entre contratistas no idóneos, exceso de precios, compras injustificadas y actos del gerente sin permiso de la junta, según el diario El País.

Corfecali se queda en silencio, no ha enviado ningún comunicado ni han salido en rueda de prensa a aclarar los hechos que denotan una posible corrupción dentro de las acciones que llevaron a financiar la Feria de Cali en su versión 63.

En el informe que se realizó también se encuentran contratos inconsistentes con la presentación de artistas, como es el caso de la presentación de Bobby Valentín, quien tenía un valor de $165.789.474, con tasa de impuesto al $0 y que en su valor subtotal sumaba $183.289.474, lo que genera un sinsabor en el restante que no se sabe de dónde salió. Ese monto excedido suma $17.500.000 que no se sabe de dónde se cobró.

Se supone que Corfecali es una asociación sin ánimo de lucro, por lo que deben de sustentar cada entrada y salida de dinero, y muchas veces la junta directiva no sabía lo que hacía el ex gerente Alexander Zuluaga.