El mundo entero está a la expectativa de lo que la OTAN, Rusia y Ucrania mencionan en redes sociales o en medios de comunicación, por lo que se ha entrado a investigar bien el génesis del conflicto que desencadenó los dos países.

Desde el 2014, en las regiones separatistas (que hicieron un referendum para desligarse políticamente de Ucrania y recibir apoyo ruso) de Donetsk y Luhansk, han tenido fuertes enfrentamientos militares con las fuerzas armadas de Ucrania, generando una guerra que, hasta el momento, ha contabilizado a más de 14.000 muertos.

El pasado lunes, 21 de febrero, el presidente Ruso Vladimir Putin, firmó unos documentos en donde se acepta como autónomas a las regiones de Donetsk y Luhansk, por lo que recibirían apoyo de Rusia por ser dos regiones que siguen los ideales de Rusia.

En estas dos regiones separatistas se ha denunciado incontables hostigamientos fascistas contra la población, situación que recrudece el conflicto armado, y que Rusia ha denunciado ante organismos internacionales sin tener respuesta.

Incuso, con la muerte de Arseni ‘Motorola’ Pavlov, en el 2016, el jefe miliciano de las fuerzas armadas de la autoproclamada República de Donetsk, militares ucranianos grabaron un vídeo en el que confirmaban el asesinato en su vivienda del líder militar de Donetsk, quien también habría nacido en Rusia, y al finalizar el vídeo se realiza un saludo nazi.

Rusia, como ideología, es anti nazi, anti fascismo y anti neonazismo y neofascismo, por lo que ha otorgado apoyo militar y económico a Donetsk y a Luhansk para su guerra interna, pero todo dio un vuelco cuando Ucrania quiso aliarse a la OTAN, donde evidentemente Estados Unidos agregaría armamento, tropas y apoyo económico a Ucrania, desde donde se realizarían operaciones y se generarían campos estaodunidenses que podrían afectar a Rusia ante cualquier conflicto.

Es por esto que, desde la TV abierta de Rusia se transmitió a su presidente, Putin, quien exigió a los ucranianos que dejaran las armas en contra de los separatistas, con el argumento de que no se iban a hacer responsables de muertes a fascistas y de nazis. Al final de este comunicado, empezaron los bombardeos en Kyev, capital de Ucrania, con el único fin de demostrar de que estaba hablando en serio.

Sin embargo, en los medios internacionales se ha hablado de que Rusia tuvo un “argumento” para poder invadir Ucrania, siguiendo el rumbo de los separatistas, sólo por expandir su territorio.