Los estudiantes de técnicos laboral y profesional, así como los tecnólogos y universitarios, tienen la posibilidad de redactar en su hoja de vida la experiencia laboral que ganó con la práctica profesional, la pasantía o la participación en grupos de investigación que estén certificados. 

El Gobierno Nacional expidió el decreto 616 en el que asegura que las prácticas empiezan a valer como una experiencia laboral común y corriente, sin importar el salario que devengue el estudiante, o el tipo de contrato con el que se vincule a la organización. El único requisito es que valdrá como experiencia si tiene relación con el campo de estudio en el que se está profesionalizando el estudiante.