Tomado de: Canal 1.

La estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá, y que se encontraba frente a la Universidad del Rosario, en el centro de la ciudad, fue derribada por los indígenas Misak, los mismos que derribaron a Sebastián de Belalcázar. 

Los indígenas mencionaron que no querían ver estatuas de genocidas, ya que no los representaban como pueblo, ni como país. Ellos lo llamaron como una “Sanación espiritual”, donde querían destruir al masacrador y violador número uno de Bogotá, según afirman ellos.

Es la segunda estatua que derriban en el marco del Paro Nacional, la primera fue el 28 de abril, día en el que iniciaron las protestas a nivel nacional, cuando se derribó a Sebastián de Belalcázar.