En el barrio Guaduales, al norte de la ciudad, dos delincuentes se sientan a tomar bebidas embriagantes al interior de un establecimiento, y al ganarse la confianza del administrador de la licorera, lo arrinconan y lo intimidan con armas de fuego. Los dos hombres cierran el lugar e intentan robar 5 millones de pesos en efectivo, joyas y mil dólares.

La comunidad ve el intento de hurto y llama a la policía que, al llegar al lugar, forcejean la entrada del establecimiento y capturan a los delincuentes. Se recuperan las pertenencias del lugar y son trasladados a la estación de Floraria. La comunidad quería hacer justicia por mano propia, por lo que fue solicitado un equipo del ESMAD para poder contenerlos.