El día de ayer Daniel Ortega, presidente reelegido de Nicaragua, reconoció a Colombia como un “narcoestado”, situación que cayó mal desde el Gobierno Nacional, haciendo que se iniciara la evacuación inmediata del embajador colombiano de ese territorio centroamericano.

Alfredo Rangel, ex senador uribista y actual embajador colombiano en Nicaragua, fue solicitado en su país como modo de contrarespuesta y de protesta ante la cancillería nicaragüense. Asímismo, fue mandado a redactar un documento donde se exprese el descontento nacional por el deshonor que se le realiza a la patria, según afirma el presidente Iván Duque Márquez.

Por su parte, la Cancillería redactó en una parte que “infructuosamente buscan distraer la atención de la comunidad internacional sobre la crítica situación de derechos humanos y las múltiples violaciones que sufren los ciudadanos nicaragüenses, los partidos políticos y los opositores al régimen de Ortega, de las cuales es testigo el mundo entero”.