Debido a buscar respuestas por el asesinato de su hijo y de cuatro de sus amigos en el 2020 en la zona llamada Llano Verde en Cali, Ruby Cortés ha recibido incontables amenazas de muerte. 

17 son las amenazas que ha recibido esta madre que busca que sea investigada a fondo la masacre que ocurrió en el 2020, pues asegura que el crimen no ha sido resuelto, y que tiene muchos hilos sin atar.

Según Ruby, desde que las autoridades capturaron a los supuestos responsables materiales del hecho, a Juan Carlos Loaiza, Jéfferson Marcial Angulo y a Gabriel Alejandro Bejarano, la Fiscalía no volvió a tocar el tema y no ha realizado más investigaciones, situación que la inquieta a ella y a su familia.

“El temor es enorme, pero es más grande mi deseo de que haya justicia. Mi lucha va a seguir y yo no voy a detenerme hasta que se sepa por qué mataron a mi niño y a los otros niños de manera tan brutal”, asegura Ruby desde un sitio remoto en la ciudad, donde debe permanecer escondida, de lugar en lugar, para protegerse de las amenazas.

El 11 de agosto del 2020 ocurrieron los hechos en un cañaduzal de Llano Verde, donde cinco menores de edad, de tez afrodescendiente, fueron torturados y asesinados. Los jóvenes tenían entre 14 y 16 años de edad.