La ciudadanía está dividida con su posición frente al servicio de transporte masivo del MÍO, en donde muchas personas aseguran que sólo se roban el dinero, pero otras que, si bien saben que el dinero no se ven, lo necesitan para transportarse a sus lugares de trabajo, residencia o reuniones informales. 

El día de ayer se vio en un vídeo cómo un motociclista se baja de su motocicleta en medio del carril exclusivo del mío y agarra una roca del andén, al lado del semáforo, donde la arroja directamente al parabrisas del MÍO, quebrándolo. El motociclista se sube a su motocicleta y se va sin mediar palabras.

Lo indignante no es esto, sino que a su lado, también en el carril exclusivo del MÍO, se encontraba un agente de tránsito, pero ignora todo lo sucedido y no persigue al motociclista ni llama a las autoridades competentes. La comunidad tampoco reacciona ante el hecho y sólo hacen como si nada hubiese ocurrido.

Este hecho debe de investigarse y plantearse el respectivo castigo al ciudadano que arroja la roca al agente de tránsito que no realizó ningún acto y sólo ignoró, para que estos hechos no se conviertan en parte del paisaje caleño.