Tomado de: La Opinión.

Martha Sepúleda, quien tiene 51 años de edad y vive en Medellín, padece una enfermedad terminal llamada ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica, la cual fue el motivo principal para querer acudir a la eutanasia por las vías legales del país, la cual se le habría aceptado por la IPS Incodol, y se le habría realizado el día de ayer, 10 de octubre, a las 7:00am.

Sin embargo, Incodol realizó una segunda revisión del caso, el cual no fue avalado, ni preguntado si se podía realizar a la paciente, en donde encontraron avances en la recuperación de Sepúlveda, llevándoles a notificarle, vía correo físico, que no se le realizaría el procedimiento.

Para esto, la defensa de Martha realizó una tutela para que se le aboliera la decisión tomada, 36 horas antes del procedimiento, donde ya estaba todo listo para la muerte digna de la paciente. 

Además, a mitad de la semana la Iglesia Católica le pidió a la ciudadana a desistir de la decisión, con el argumento de que los cuerpos humanos son de propiedad de Dios, y sólo él puede disponer de la muerte de los seres vivos.