Tomado de: Depor.

El día de ayer se empezó a jugar el partido por eliminatorias rumbo Catar 2022 entre las selecciones de Argentina y Brasil, y cerca de los 7 minutos de haber rodado el balón, tuvo que suspenderse el partido porque miembros de la Anvisa, Agencia de Vigilancia Sanitaria de Brasil, llegaron explicando que cuatro jugadores argentinos, tres de ellos titulares, no podían estar en tierras brasileras y debían ser deportados.

Los cuatro jugadores son Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Giovani Lo Celso y Cristiano Romero, quienes al llenar el consentimiento de protocolo de bioseguridad, negaron su estadía en Inglaterra, país que está entre los prohibidos para visitar o de recibir visitantes en tierras brasileras.

El enojo de los jugadores argentinos fue evidente, y se centraron en que si los cuatro se debían retirar del país, lo haría todo el equipo. Situación que también apoyó el seleccionado de Brasil.

Lo que causó más revuelo es que desde el viernes el seleccionado albiceleste había llegado a su concentración en Brasil, pero la Anvisa esperó a que rodara el balón para suspender el partido. La Anvisa se defendía estipulando que faltaba la firma de uno de los funcionarios del alto mando.