El mandatario les dijo: ‘Hemos estado juntos en las vicisitudes de una lucha política que aún no termina, sino que ahora se puso fue buena’.

En la mañana de este lunes se cumplió la ceremonia de posesión de los siete nuevos ministros del gobierno del presidente Gustavo Petro, en la Casa de Nariño, en Bogotá, tras la renovación de gabinete que sobrevino a la falta de apoyos de tres formaciones oficialistas para la reforma en el sistema de salud.

El Jefe de Estado juramentó la posesión del nuevo ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla; de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; de Agricultura, Jhenifer Mojica; del nuevo ministro de la Política, Luis Fernando Velasco; de las Tecnologías de la Información, Mauricio Lizcano; de Transporte, William Camargo; y de la nueva ministra de Ciencia e Innovación, Yesenia Olaya.

La medida fue tomada después de que tres de los partidos de gobierno en el Congreso -el Partido Liberal, el Conservador y el Partido de la U- no acompañaron la reforma a la salud propuesta por Petro. De hecho la ministra de Salud saliente, quien encaró la reforma, fue una de las funcionarias más criticadas por la oposición.

Después de los actos protocolarios, el presidente Petro pronunció un extenso discurso en el que hizo énfasis en la necesidad de sacar adelante una reforma rural, pensando en la necesidad de volver productivas aquellas tierras fértiles que hoy están en manos de personas que no la están aprovechando.

“No dejar que la tierra fértil produzca alimentos es un crimen contra la humanidad”, argumentó Petro quien volvió a hacer referencia al espinoso tema de la expropiación: “Si no se le permite al gobierno la facilidad de comprar, porque no estamos hablando hoy de expropiar tres millones de hectáreas, entonces no se van a cumplir los acuerdos de paz”.

En ese orden de ideas, habló de las principales tareas que tendrá Jhenifer Mojica al frente de la cartera de agricultura: “De ella esperamos el proceso más profundo posible para democratizar la tierra en Colombia. Para que el campesinado tenga acceso a la propiedad de la tierra, como ordena la Constitución de 1991”.

Petro reconoció que su gobierno tiene metas muy ambiciosas, pero prometió de nuevo que respetará la regla fiscal y que el recién posesionado ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, tendrá la misión de manejar responsablemente las finanzas del país. “No estamos por destruir los equilibrios fiscales y eso nos implica guardar una serie de prudencias que a veces van contra la aplicación de los planes”.

Durante su discurso insistió en la necesidad de que el gobierno trabaje día y noche para hacer efectivas las reformas que prometió durante su campaña y bromeó diciendo que el trabajo 24 horas equivaldría a una reelección.

“He pedido que en donde están nuestras prioridades programáticas, el gobierno trabaje día y noche. Trabajar de noche también implica duplicar el periodo presidencial osea que eso equivale a una reelección. Sólo hay que trabajar más”, dijo el mandatario en medio de los murmullos y las risas de los asistentes.

Además de los nuevos ministros del gabinete, el presidente Petro también cambió al director de la Unidad de Riesgos y Desastres que a partir de hoy será Olmedo López Martínez, en reemplazo de Javier Pava, y al Director del Departamento Administrativo de la Presidencia que a partir de ahora será Carlos Ramón Gónzález.

Desde que se anunciaron los cambios, distintos analistas han coincidido que el cambio de gabinete del presidente Petro es una forma de radicalizar su gobierno para sacar adelante sus reformas apelando a las protestas ciudadanas en las calles.

En la ceremonia del lunes, Petro reconoció que con varios de los nuevos ministros ha estado durante muchos años en las “vicisitudes de una lucha política” que, según dijo, “ahora se puso buena”.