Por: Ana María Pulido.

¿Tienes miedo y ganas de huir?

Tranquilo, respira que yo te entiendo, también he pasado por eso. Sé lo que se siente que se te quiebre la voz, las manos te tiemblen y sientas un vacío en el estómago.

Me imagino que en este momento hay muchos pensamientos en tu mente, y no sabes a cuál ponerle atención, quizás esos pensamientos te dicen que las cosas podrían salir mal. ¿Te pasa?

Cierra tus ojos, no estás solo, en esta lucha contra el miedo, estamos varios. Estoy aquí para ti, posiblemente son las palabras que quieres escuchar, tómalas, aquí están.

Veo tus ojos aguados, y tu mirada un poco perdida, estas inquieto y no quieres que nadie te interrumpa. Y yo… estoy aquí viéndote, con ganas de decirte que me entregues tus miedos, para que no sufras. ¿Pero sabes? No sería justo, porque lo mejor del miedo es cuando tienes la satisfacción de haberlo enfrentado.

Y recuerda no estás solo, estaré al otro lado del miedo, en el lado en el que ya eres un vencedor, para abrazarte y celebrar contigo, y no te afanes que yo te espero, ve a tu paso, que yo siempre estaré contigo.