
Cifras de Indepaz y la Defensoría del Pueblo muestran que van más casos que en todo 2021.
Nicodemos Luna Mosquera, un reconocido líder de la Unión Sindical Obrera en Tibú, Norte de Santander, fue asesinado el sábado, en Dibulla, La Guajira, por desconocidos. Con él son ya 171 los líderes asesinados en el país este año, según la organización Indepaz, que tiene entre sus registros que de estos, 58 casos ocurrieron desde que Gustavo Petro asumió la Presidencia.
La cifra de Indepaz es ya más alta que los 161 casos que reportó en 2021. Lo mismo sucede con la Defensoría del Pueblo, que a septiembre reportaba 157 homicidios de líderes, 12 más que la cifra de todo 2021.
Indepaz, además, reportó que en lo que va del año han ocurrido 90 masacres, 28 desde el cambio de gobierno, y que han sido asesinados 36 firmantes del acuerdo de paz, cinco desde el 7 de agosto.
Entre tanto, en la costa Pacífica de Nariño, las autoridades registran el mayor desplazamiento masivo de este año, de 12.000 personas, lo cual no es menor si se tiene en cuenta que en octubre se reportaron por la Defensoría tres eventos de desplazamiento masivo, que afectaron a 129 familias (405 personas) en Lloró, Chocó, y en el resguardo indígena de La Tola, en Nariño, por enfrentamientos entre disidencias.
Y aunque desde que se inició el gobierno Petro las autoridades reportan la captura de 3.816 personas de distintas estructuras ilegales, 23 muertos en desarrollo de operaciones y más de 1.500 laboratorios desmantelados de droga, se puede indicar que el orden público en el país sigue siendo preocupante, en el comienzo de las negociaciones del Gobierno con el Eln, así como a la espera de que arranque lo propio con bandas criminales, como en Buenaventura, lo cual está en fase de “acercamiento”, según le dijo a EL TIEMPO el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda.
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En ese sentido, expertos consultados por EL TIEMPO consideran necesario que las acciones humanitarias que se anunciaron en la mesa de negociación el viernes se pongan en marcha por parte del Eln, pero también que es el momento de que todos los actores armados que anunciaron su participación en la ‘paz total’ muestren gestos reales de paz.
Leonardo González, de Indepaz, asegura que lo primero que hay que exigir es el fin de hostilidades contra la población civil y liberar a todos los secuestrados, y llamó la atención, sobre todo, de la situación, por enfrentamientos entre grupos armados, en el Cauca, el Triángulo de Telembí, Tumaco, la costa Pacífica nariñense, Chocó, el Bajo Cauca antioqueño, el sur de Córdoba, el Catatumbo, el Sarare en Arauca, Putumayo y Caquetá.
“Hay que tener en cuenta las regiones para saber qué es lo que se está exigiendo por parte de las comunidades. Una muestra humanitaria en el Cauca sería evitar el reclutamiento forzado y en Arauca, frenar el homicidio de líderes y de población civil donde históricamente ha tenido presencia del Eln, y en Chocó está el tema de las minas”, dijo.
Jorge Restrepo, director del Cerac, apuntó que el panorama actual del conflicto está marcado por disputas entre grupos armados (hay que recordar los 23 muertos por choques entre disidentes en Putumayo) y contra líderes sociales, más que por acciones contra la Fuerza Pública, produciéndose una reducción de violencia localizada.
“Preocupa que en el Cauca no se ha visto la reducción de la violencia ni en Arauca”, dijo Restrepo, quien, sobre el tema del Eln, asegura que lo primordial es que este grupo anuncie que va a dejar de secuestrar, de usar explosivos en entornos urbanos y de sembrar minas antipersonal.
El Tiempo.