Por: Maria Del Mar Erazo O

“Siempre listos” es la frase que identifica alrededor de 40 millones de voluntarios en el movimiento scout mundial, un lema que ha trascendido 114 años desde su creación, y que ahora es el pilar en la vida de niños, jóvenes y adultos en compañía de la “buena acción”, “la lealtad, la pureza y el sacrificio”.

Lápiz y papel fueron el catalizador de su fundador, Baden-Powell, quien con el libro “Escultismo para muchachos” logró expandir la filosofía scout y proveer un método diferente para niños y jóvenes, en pro a la buena formación ciudadana, el pionerismo, el trabajo en equipo, la responsabilidad y el servicio. Uno de los libros más vendidos en el siglo XX, y hoy una experiencia práctica que recibe la nominación al Nobel de paz.

«Los scouts y las guías tratan de brindar a los jóvenes las herramientas que necesitan para resolver los desafíos del futuro, mientras se construye una sociedad solidaria, vital para la paz mundial,” establece Solveig Schytz, ex comisionada jefe de guías y scouts de Noruega y actual voluntaria del movimiento Scout.

El escultismo en la sociedad nacional e internacional ha capacitado a los jóvenes en liderazgo, y habilidades para la vida actual. La Asociación Scouts de Colombia (ASC) está vigente desde 1913 y permanece presente en 16 regiones; en el 2020, a pesar de la emergencia sanitaria, formó 13.700 jóvenes que demostraron seguir creando un mundo mejor desde su progreso contínuo y su participación en proyectos de servicio que muestran valentía y nobleza.

El Movimiento Scout incorpora en su proyecto educativo, el “aprender haciendo”, progresiones personales, el involucramiento comunitario, el marco simbólico y el sistema de equipos, especialmente en actividades de unidad y comprensión, que ayudan a construir una cultura de paz hacia sí mismo y con el otro. Es por esto que el movimiento refuerza su pedagogía con programas como “Scouts del mundo” y la iniciativa, “Mensajeros de la Paz”, que han inspirado a Scouts en todo el planeta, a trabajar desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la creación de millones de proyectos y acciones que estos voluntarios trabajan por la mejora del mundo en el que habitan. 

En el Valle del Cauca, durante los últimos tres años, se han liderado proyectos juveniles en distintas categorías en donde cuatro se han distinguido con el reconocimiento internacional “Scouts del Mundo” y cinco han sido embajadores del programa “Mensajeros de la paz”, demostrando que los jóvenes del Valle trabajan constantemente por la consolidación de la paz, el respeto al medio ambiente, las alianzas y la sostenibilidad.

Tal como establece John Freddy Riascos Gómez, Comisionado regional de programa de jóvenes en el Valle del Cauca, “el mayor logro de la región es contar con líderes sociales y empresariales a nivel mundial, que diariamente aportan en el mejoramiento contínuo desde sus roles actuales, además de compartir sus saberes y sus experiencias a las nuevas generaciones, logrando continuidad de procesos formativos por más de 100 años.”

Es así como el escultismo, para Jhon Freddy y para otros casi 14.000 jóvenes colombianos, se ha convertido en un estilo de vida que se adhiere al corazón de cada uno de ellos, y permite tener una participación activa en la construcción de país, y que aún después de 164 años del natalicio de su fundador, combaten la pereza e indiferencia, rompiendo el egoísmo y abriéndose a la amistad, el compromiso y el avance de lo que depara este nuevo año con la preparación de los grupos para volver a las actividades presenciales, y continuar levantándose cada día con alegría y optimismo para construir un “mundo mejor”.