
Ya no se habla de llevar serenatas a las novias, de impresionar con cartas con los bordes quemados, o de echarle lociones a los peluches que se les regala… ¿Por qué cambian las buenas costumbres? O más bien… ¿Por qué evolucionan así? Perdiendo lo lindo y lo inocente del amor a la antigua.
Por: Editorial El Clavo.
La juventud cada vez cambia más. Los niños y niñas tienen novios a muy temprana edad y ya no hay demostraciones de cariño tan marcadas como hace unas cuantas décadas. Ahora se han centrado las relaciones en las redes sociales, en la mayor cantidad de fotos que se puedan tomar mientras están juntos y en etiquetarse en las publicaciones. Ya las dedicatorias se hacen vía “compartir” en Spotify, y no con guitarra en mano y con los gallos que se le salían a uno de joven. ¿Es triste que se pierdan las buenas costumbres?
Para nosotros los mayores es triste, pero en cierta manera no para ellos. Son nativos digitales y nacieron con el chip de la tecnología en sus cabezas. Todo lo que hacen o quieren hacer tiene que estar relacionado con sus teléfonos celulares, sus videojuegos o sus computadores.
Los jóvenes de hoy están en un nuevo renacer del amor, donde ya las dinámicas cambiaron para tener un porte más tecnológico. No deberíamos intervenir en ellos, así como no nos gustaba que nuestros padres intervinieran en nuestras propias dinámicas. ¿O recuerdan en sus momentos de la Colombia Conservadora cuando tocábamos canciones de amor y nos tildaban de ‘maricas’? No nos gustaba y lo veíamos ofensivo, ahora ellos ven ofensivos otros actos que nos parecen “bobos” o “tontos” a nosotros.
Ya las redes sociales, incluso, se convierten en el diario abierto, en la pantalla a las demás personas, de lo que acontece en la vida de las relaciones. Se capturan los momentos y se suben al feed o al muro, incluso, desde el momento que la relación empieza a andar hasta que cada día se va volviendo más común ver a esa persona en las publicaciones del perfil.
Esto, en cierto modo, tiene sus consecuencias. La envidia, si se cree en las energías, podría hacer que personas que no estén de acuerdo con esa relación la hagan acabar… y, por otro lado, las personas ajenas de los sentimientos pueden hacer que las redes sociales se conviertan en canales para entrometerse en esas relaciones.
Igual, sea como sea los riesgos de estar en una relación siempre van a estar. Lo importante es estar siempre conscientes de estar en el lugar donde se quiera estar. Al fin y al cabo el desamor va forjando el carácter hasta que se encuentra a la persona indicada… y cuando llega no habrá nada ni nadie que pueda dañar o quebrantar esa relación.