Relato para todos los que deseen desbordar de amor…

Por: Daniela Buchelly Cárdenas 

Quiero enamorarte al punto de enseñarte mis escritos y no quieras parar de leerlos.

Al punto de sentir que no pierdes el tiempo conmigo, que, por el contrario, confirmes que es una ilusión y no te importa si es tarde o temprano para decidir tu lado favorito de la cama y cómo ubicar tu cepillo de dientes en mi baño.

Que me elijas entre millones de posibilidades. Que te reflejes en mí y me veas en todas las flores; que busques las nubes más lindas para mostrármelas y los olores dulces sitúen mi imagen en tu cabeza.

Quiero enamorarte, aún cuando no me encuentro… con mi piel seca, mis letras a medias y todos los libros sin terminar.

Quiero enamorarte con mi manera de ver el dolor, con mi coquetería y todas las razones posibles para reír cientos de veces al día.

Con mi temperamento variable y mis nostalgias a flor de piel. Con mi idea de crear un mundo más amoroso y menos cruel.

Quiero enamorarte en domingo, con mi cabello húmedo, ropa ancha que no soportes verme puesta y desesperadamente decidas quitármela a suspiros agitados.

Con mi transparencia y la eternidad de mis palabras, con mis ojos expresivos y mi olor, que puedas sentirlo, aunque no estemos cerca.

Con mis actos serviciales, porque me cuesta un mundo concretar cosas para mí, imagina cuánto te amo si las hago para ti (sin importar qué tan dañino suene eso, que, si lo es, me encargaré de que no nos duela).

Quiero que genuinamente veas todo lo que soy sin decírtelo y decidas quedarte.