Mis conocidos saben que soy un loco aventurero. Alguien que de repente se levanta un domingo, y sin mediar palabra se organiza, agarra las llaves de su moto, y sale en búsqueda de algún lugar para pasar el día. Soy alguien que le huye a la rutina, y que siempre busca ir a lugares distintos. Soy un fiel creyente de que Colombia es demasiado hermosa como para ir siempre de paseo a los mismos dos o tres lugares.

Pero en esta ocasión hablaré de algunos lugares para viajar, dentro del Valle del Cauca, y que apoyen en logística en todos los temas del Covid – 19, manteniendo unos protocolos claros de bioseguridad, prevaleciendo siempre el procurar cuidar nuestra salud, y la de todos los viajeros. Vamos a ello…

LAGO CALIMA:
Este puede ser el lugar más cliché del que vaya a hablar hoy, pero es que sencillamente tiene unas particularidades, y es que por las vías que uno se vaya, ya sea en moto, en carro, o en bicicleta, siempre hay paisajes dignos de una fotografía, o de parar para tomar un descanso mientras se inhala el aire puro de la naturaleza.

Para ir a disfrutar del lago, ya sea en algún ferri, en un yate, un yeski o disfrutar de otras atracciones náuticas, se tienen habilitadas las entradas 4 y 5, que están abiertas al público, y que en cada una de sus puertas de ingresos hay personas que están tomando datos para hacer recolección de información personas sobre el Covid – 19. Para ir, desde Cali tardas entre 2 horas y 2 horas y media… y te puedes ir por la vía a Rozo, o por la vía a Tuluá. Por ambas vías, en el transcurso de ella, puedes divisar algunas cascadas, que están señalizadas, pero que se debe entrar con precaución, porque tocaría dejar los vehículos en plena carretera.

BAHÍA MÁLAGA:
Ubicada en el pacífico colombiano, entre el delta del río San Juan y la bahía de Buenaventura, Bahía Málaga es un lugar excepcional, si lo que se quiere es mar. Allí hay altas temperaturas constantes, lo que genera un ambiente ideal para apreciar y disfrutar del mar pacífico. Otra cuestión que la hace hermosa y atractiva, es que está rodeada de selva húmeda, cargada de una densa extensión de fauna y flora, exquisitas para la vista humana.

Además, suele ser un lugar bastante seguro, ya que justo a su entrada queda la base naval de la Armada Nacional Colombiana. Para llegar allá se debe tomar la vía al mar, hacia Buenaventura, y al llegar, dirigirse al puerto para coger una lancha que tenga como destino a Bahía Málaga. Los precios de las lanchas varían mucho, pero oscilan entre los $80.000; adicional a esto, debes pagar el impuesto al puerto, que oscila entre los $8.000 pesos colombianos.

PICO DE LORO:
Si lo que les gusta es un ‘parche’ más natural, más deportivo y con tintes de extremismo, Pico de Loro les va a gustar. Es uno de los más altos picos de los representativos Farallones de Cali, con una altitud de 2.860 metros sobre el nivel del mar. Desde ese lugar se puede visibilizar, si el clima lo permite, hacia el sur, el valle del río Cali, toda la ciudad de Cali y la cordillera Central… además, se divisará Pico Pance, como el pico más alto de toda la Cordillera Occidental, con 4.100 metros sobre el nivel del mar.

Para dirigirse allí se debe contratar una empresa de ecoturismo, ya que las vías que dirigen a Pico de Loro suelen ser muy cambiantes, y sin muchos referentes para guiarse si se va de primera o segunda vez. Estas empresas cobran alrededor de $250.000 a $300.000 por un grupo de máximo 5 personas, ya que la neblina puede ocasionar pérdidas en las personas y desorientación, por lo que se recomiendan grupos reducidos.

Esto ha sido todo por el momento. Son lugares que yo he conocido de primera mano, y a los que les doy un 10 en mi puntuación de turismo vallecaucano. Si te gustan las aventuras, los paisajes, la naturaleza y, sobre todo, la felicidad de sentirse vivo, estos lugares son lo más en más.