Cuando llega alguien joven a expresar sus ideas de cambio e innovación en alguna organización comandada por adultos que han vivido ya varios años, la situación se torna complicada. Al final, en la mayoría de los casos, los jóvenes no son escuchados y están amarrados a seguir con un costumbrismo que no permite avanzar en los objetivos estratégicos de la organización y, para rematar, los mismos adultos les echan la culpa del declive o del estancamiento a las cúpulas directivas, sabiendo que son ellos quienes tienen el poder de escuchar y abrir su mente para que nuevas personas, cargadas de energía y valentía, puedan dar vuelta a cualquier situación… ¿por qué se da esto?

Por: Editorial El Clavo.

En algún momento de tu vida te habrás tenido que topar con un adulto que no siguió consejos tuyos sobre algún cambio que te parecía pertinente. Alguna vez te tocó alguna persona mayor que te dijo “estás muy joven, no sabes lo que dices” cuando le sugerías innovación sobre algún producto, servicio o actividad… No estás solo. Muchos jóvenes sufren estas mismas críticas, donde por su edad se les supedita a que no tienen el conocimiento o las habilidades para poder opinar sobre temas más “responsables”.

La verdadera situación aquí es el entender por qué sucede esto. Bueno, hay un portal en donde se ahonda un poco este tema, y es que, según el portal web Valencia Plaza “crecemos y acabamos criticando el presente con ojos del pasado. Confiados por la edad, las lecturas o las vivencias nos creemos legitimados para criticar el mundo y la cultura de los jóvenes cuando a menudo es justo la edad, las lecturas y las vivencias las que nos alejan de su mundo. Creemos saberlo todo ya sin darnos cuenta de que esa realidad de la que conocemos bien sus lógicas y estéticas ha desaparecido”.

En síntesis, al ir creciendo se alejan de la juventud, una juventud que en su presente era de una forma, pero que va evolucionando mucho más de lo que las personas pueden percibir. ¿Es entonces culpa del rápido movimiento del mundo, de los jóvenes que avanzan también a ese ritmo, o de los adultos que no pueden alcanzarlo y prefieren parar, sentarse y criticar?

Bueno, es una pregunta algo filosófica. Sin embargo, hay estudios que revelan que no sólo son los adultos o ancianos de hoy los que critican la juventud por no ser lo “suficientemente intelectuales”. Esta situación se ha venido dando varios cientos de años atrás… Aquí lo que se debe de hacer es que, por medio del dialogo y la paciencia, toneladas de paciencia, se les explique a los adultos y ancianos qué es lo que la juventud tiene por aportar en cualquier trabajo.

Es decir, mostrarles el mundo actual, bajo una mirada juvenil, a quienes están acostumbrados a verla de otra forma, más vieja y con muchos sesgos… total, en su juventud, muchos adultos de hoy en día no podían hacer miles de cosas que para hoy son normales. Su percepción de la juventud se quebranta por las formas en las que los jóvenes, en la actualidad, demuestran su libre albedrío y pueden racionar sin importar las limitaciones, que por ejemplo antes había, sobre las mujeres y su papel en el racionamiento crítico.

Según el portal web Valencia Plaza “Los adultos, por ello, deben estar dispuestos a desaprender lo que tenían por seguro, ya que los más jóvenes habitan un mundo diferente”. Desaprender también es aprender. Soltar también es ganar. Permitir comentarios sobre campañas publicitarias de jóvenes que están más sintonizados con la vida digital, también es una forma de ganar…