8-noviembre-2019.

Barón Rojo Sur
Cultura Barra

Contextualización 

“Cuantas veces no hemos escuchado que una ciudad la componen diferentes ciudades, Cali, por supuesto, no es la excepción. Aquí se combinan las ciudades superpuestas, las olvidadas, la festivas, la compungidas, la complacientes, las de largos trayectos, las ciudades prisioneras de la ceguera, las ciudades que renacen (las que vuelven a existir), las ciudades de lo vivido, las ciudades que reclaman ser contadas, las ciudades que existen por obra y gracia de las palabras… ¡Las ciudades de los FANÁTICOS!” (Pardey, 2017).

Se acercan los cuadrangulares finales del fútbol colombiano y los dos equipos del Valle del Cauca están disputando el cupo para acceder a la gran final de la Liga Águila 2019-II. Por ello es necesario hablar sobre la pasión que ostentan los hinchas vallecaucanos por sus respectivas casacas, con el fin de entender a profundidad la cultura barra. En este caso, hablaremos sobre la hinchada más popular del América de Cali: El Barón Rojo Sur.

El Barón Rojo Sur se consolidó en 1997. El nombre se creó bajo dos referentes, el primero, una banda de rock llamada: Barón Rojo (es una banda española de Heavy Metal y Hard Rock, constituida en 1980 por los hermanos Armando y Carlos Castro). Los fanáticos de la época de los 80’s y 90’s se motivaron a titular a la barra de esa manera en particular, gracias a la canción Gladiador, esta narra la pasión descontrolada del individuo que va a la cancha y expresa sus sentimientos de forma aireada.

Video clip de la canción Gladiador (película: Green Street Hooligans):

El segundo concerniente fue el famoso piloto de la fuerza aérea nazi de la primera guerra mundial  Manfred Von Richthofen (1892-1918) el Barón Rojo. El sobrenombre se lo pusieron los ejércitos aéreos del bando de las potencias aliadas (Reino Unido, Francia, Imperio Ruso, Estados Unidos, Serbia, Rumanía, Grecia e Italia), por el color de su avión y lo despiadado y frentero que era con sus enemigos.

Ahora bien, hay que aclarar que el Barón Rojo Sur no fue la primera ni es la única barra de los Diablos Rojos. La barra inaugural más o menos organizada se llamó ‘La furia roja’. De puro “desocupe” este colectivo se ponchaba en la tribuna norte del antiguo Pascual Guerrero, en donde las personas con más aguante saltaban y cantaban cánticos inventados o copiados. En un principio las barras colombianas copiaban la mayoría canciones de los grupos barristas de Argentina y Brasil, ya que eran las hinchadas referentes y hegemónicas en América Latina. Posteriormente, se fue consolidando esta barra, hasta el punto de crear un trapo, una especie de eslogan, que los identificó aún más: La Torcida. Todo esto sucedió entre 1990 y 1997, porque es en esta época en que el equipo América de Cali se consagraba como uno de los mejores de todo el mundo, tanto así que fue catalogado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) como el segundo mejor equipo en el escalafón, este lo dominaba la Vecchia Signora (La Juventus de Italia).

Se dan cuenta que todo tiene una historia. Las barras futboleras no son una “manada de locos” que se dirigen cada fin de semana al estadio a gritar palabras sin sentido. La mayoría de los integrantes de estos grupos se mueven gracias a sentimientos colectivos basados en historias, amores, desamores, tradiciones, política, representaciones, reivindicaciones, injusticias, luchas, cultura, desahogos, colores, adrenalina y lo más importante… ¡El CARNAVAL!

Posdata: Espero que este sábado nueve de noviembre la Mechita logre vencer a los cardenales, y todo el Barón Rojo Sur cante la canción que conmemora el triunfo de la “batalla”: ¡Vas a morir, vas a llorar, se va caer, la populaaaaar!

Video de la canción: Se va a caer la popular:

No se pierdan la segunda parte de este capítulo, hablaré sobre la política como pieza clave del Barón Rojo Sur.

Nos vemos pronto parceros…

Palabras claves: Desocupe: tiempo de ocio – Ponchaba: ubicarse, hacerse, ponerse.

Columna anterior: Las Subculturas de la Sucursal del Cielo, segundo capítulo