6-noviembre-2019.

Como dice Arcángel en su canción, hoy me puse creativa y activé mi curiosidad.

Efectivamente este no es un artículo cualquiera. Diría que es el artículo de artículos para todas aquellas que nos preguntamos ¿por qué tanta doble moral con las píldoras del día después?

Lo común: evitar embarazos no deseados. Los mitos: “voy a quedar estéril”, “las pastillas son abortivas”, “tomémonos varias para hacerla más efectiva”. Sin embargo, expertos han determinado que, en primer lugar, son píldoras anticonceptivas. Quiere decir que impiden la movilidad y el paso de espermatozoides hacia el útero para que no ocurra la fecundación. Pero, si la fecundación del óvulo fue tan rápida y se dio, ya no tendría efecto.

Además, si no quieres tener una irregularidad hormonal y te la pasas haciendo cardio frecuentemente, debes saber que las pastillas advierten ser usadas 2 o 3 veces al año como máximo, y no en un mismo ciclo. Y sí, sí es efectiva. Entre el 50 y el 98%. Eso, sí, cero protección ante enfermedades de transmisión sexual.

Ahora bien, considerando las afirmaciones anteriores, diría que no es tan malo después de todo sentir que la embarraste y que aún queda una posibilidad viable para corregirlo. Sin embargo, el uso de este producto trae consigo fundamentos éticos y de valores humanos que están ligados con el derecho a preservar la vida en muchas ocasiones, o con el hecho de ser responsable a la hora de tener relaciones sexuales.

Cabe aclarar que no estamos abortando. Si decidimos usar la píldora es porque se quiere interrumpir un eventual embarazo. Desde el punto de vista ético, esto es una acción plenamente autónoma, como también decidir tener sexo o no. Lo demás, se lo cedo a los científicos, porque sé que en el fondo, tanto ellos como nosotros, desean prevenir embarazos adolescentes en estos tiempos de calentura.

Moralmente, es un hecho. Desde las jornadas de sexualidad estudiantiles, las visitas al ginecólogo cuando ya eres “grande”, hasta la planificación familiar sustentan que esto es más que acertado. No se volvería necesario de no planificar irregularmente o de no usar gorrito en la fiesta, pero ¿a quién no se le olvida una pastillita? O incluso ¿usar condón?

Obviamente lo anterior es un grave error. Y esta equivocación ya no es moral. Más bien es informativa, hay que tener en cuenta que las cifras de embarazos adolescentes crecen cada vez más. Según datos del ICBF, una de cada cinco mujeres entre los 15 y 19 años de edad es madre o está embarazada. Entonces, vos lees esto y te das cuenta que el problema también es del Estado. No todos los habitantes de nuestro país, acceden a una educación básica. ¿Cómo le pides a alguien que sea responsable sexualmente si ni siquiera sabe planificar?

¡Ojo! Esto no solo sucede con las personas que no acceden fácilmente a una educación, esto pasa hasta con los profesionales. Las hijas de papi y mami que por andar experimentando no se cuidan, complacen al tipo y terminan tomándose 4 postday en 5 meses. Me contradigo entonces, porque las queridas tienen la información de primera mano y de buena calidad ¿entonces por qué no la ponen en práctica?

Mejor, qué tal si hablamos de los jóvenes en general. Y digo en general porque los hombres hacen parte de esto. Desde el momento en que introducen su pene en la vagina de su novia, amiga, amante o confidente, se hace más que responsable en las decisiones que se tomen. Y no porque sean una sola carne, sino porque el miembro no actúa solo.

Por eso me pregunto… Hombres y mujeres ¿qué nos está pasando? Mucho tilin tilin y nada de planificar. Esas pastillitas a las que yo llamo milagrosas no hacen el efecto en todo el año por más veces que las tomes. Al menos si vas a tener sexo de por vida procura protegerte ¿sí? Porque no solo un niño te cambia la vida. También una enfermedad mortal y silenciosa.

Que no se nos pase la vida yendo al ginecólogo y en la primera oportunidad “sin condón porque así es más rico”. Yo soy de las que pienso que ni siquiera con la pareja de toda una vida se debe acceder a eso. Uno nunca sabe qué exista por ahí. Es mejor curarnos en salud, higiene, dolores de cabeza, frustraciones, toxicidad, en fin. Curarnos de todo.

También, agradecerle al método que hace lo suyo. Porque a más de una nos ha tapado las embarradas y nos ha dado la oportunidad de no volverlo hacer, pero hay que entender que el consumo desmesurado no lleva nada bueno y que podrías estar poniendo tu vida en riesgo de no llevar un control sano con el tema.

Chicas… la vida sexual es maravillosa. No porque tener sexo sea placentero sino porque si tienes unos kilos de más, el cardio es perfecto para tu dieta. Sin embargo, que la autonomía que tenemos no se convierta en un libertinaje porque es tu cuerpo y nada más. Respeta, quiere y valora tu cuerpo. Porque incluso el cuerpo dice más que mil palabras.