23-septiembre-2020.

Por: María Fernanda Duarte.

Poco a poco van llegando estudiantes y adultos a Comfandi del Prado, ubicado en el oriente de la ciudad; son las 5:00 p.m y la temperatura es de 33°. Se escuchan arengas, se menea la tricolor y no es porque juegue la selección Colombia, esta vez es por las inconformidades ante una serie de hechos que aquejan al país, como el abuso policial, masacres diferentes en modos y lugares, y una acumulación creciente de indignación.

Así, los manifestantes emprenden la marcha por la carrera 39; diversas arengas y tambores retumban en las calles; los vecinos aplauden y acompañan con banderas blancas; los niños miran desde los antejardines con banderas de Colombia y se escuchan aplausos de la multitud motivados por los mismos vecinos.

La primera parada, es al frente de la cárcel de Villanueva donde se aplaude en memoria de los presos políticos; mientras se realiza este acto, algunos manifestantes aprovechaban para dañar la estación de MIO Villanueva. Aquí la multitud se encuentra dividida, pues algunos gritan que los actos vandálicos sólo provocan la deslegitimación de la protesta, pero otros responden que, de no hacerlo así, el Estado nos los escuchará. Varios ciudadanos que participan de la protesta arreglan señales de tránsito torcidas por otros manifestantes.

Después de este suceso, se avanza por la carrera 27 donde un grupo de feministas cantan por la dignidad de la mujer y su rol político; otros por medio de panfletos recuerdan los nombres de los asesinados en Bogotá y Soacha entre el 9 y 10 de septiembre, en el marco de las manifestaciones por la muerte de Javier Ordoñez.

Con paso seguro, y el acompañamiento de personas de los Derechos Humanos, la Alcaldía de Cali y el Tránsito, se continúa por la carrera 27 hasta llegar a la autopista Simón Bolívar. Ahí, en medio de un ambiente tranquilo, siguen las arengas en perfecta coordinación, la energía se siente desde los jóvenes hasta los más mayores; muchos salen al paso para expresar su apoyo a los manifestantes.

Sin embargo, una calle más adelante la situación cambió, cuando encontraron en la estación Calipso y en el Éxito, al Escuadrones Móviles Antidisturbios ESMAD. Ellos en caballos y de pie, estaban protegiendo al Éxito, en ese instante algunos manifestantes se alteraron y gritaron: “asesinos”, “corruptos” “vendidos” entre otros insultos, mientras otros les agredían con piedras. Hasta ese momento, el ESMAD mantuvo la calma; la manifestación avanzó y no pasó a mayores.

“Es muy bueno que esta vez hayan cambiado la ruta, por lo general es hacia la quinta hasta llegar al CAM o al Boulevard, pero esta vez lo hicieron por esta Comuna, y pasar por las cuadras de estos barrios es muy buena idea porque la mayoría es el pueblo, gente pobre o que le toca muy duro para salir adelante; esto sirve para hacer un llamado y despertarlos; que se den cuenta en la realidad en la que vivimos en este país y se toquen, para que también salgan”.

Doña Martha y su amiga Bertha, participantes de la movilización.

Una vez en la Sijin, se encontraban de nuevo miembros del ESMAD. El calor fue subiendo entre los manifestantes, y en el cielo se apreciaban las piedras que caían hacia los uniformados, mientras se escuchaban gritos de reclamo. Más adelante, a las 8:30 p.m, cuando se llegó a Puerto Rellena o mejor, Puerto Resistencia; se encontraba un grupo de manifestantes con banderas. Entre aplausos se recibió a todos los que llegaban de la movilización, el ambiente ya estaba un poco conmocionado, y mientras unos gritaban por sus derechos, por el futuro de los jóvenes, por la vida, por el respeto, la democracia y ante todo una manera diferente de ejercer la autoridad por parte del Estado; otros aprovechaban para quemar una cámara de fotomultas e intentar quemar el CAI de la Policía del sector de Puerto Rellena, hecho que obligó la intervención de unidades de la Policía Nacional y el ESMAD.

Durante 2 horas hubo enfrentamiento de manifestantes con personas del ESMAD; la jornada inicialmente pacífica, se había convertido en un caos. Algunas personas corrían entre las calles y huían de los gases lacrimógenos. Entre tanto, otros seguían gritando “resistencia” mientras se veía pasar motos de la policía con miembros del ESMAD. Tiempo después, se logró dispersar la manifestación, y hasta la medianoche se seguían realizando rondas de seguridad por el sector y los detenidos eran llevados a la estación de policía del Vallado.

Lo positivo para señalar, o al menos así lo aseguró Guillermo Londoño (subsecretario de Seguridad de Cali), fue: “El balance es positivo porque en la mayoría de las actividades que iniciaron en la mañana, hubo tranquilidad y se cumplieron los protocolos establecidos. En la tarde, en el sector de Puerto Rellena hubo actos vandálicos: dañaron una estación del MÍO e intentaron dañar el CAI de la Policía”.

¿Enemigos?, ¿Vándalos o violentos? esto solo se podrá calificar dependiendo de quién juzgue. Muchos podrán llamar vándalos a los manifestantes que dañaron la estación del MIO, o que realizaron los demás daños a la propiedad pública. Mientras tanto, se podría tildar de violento al ESMAD por atacar con bombas aturdidoras y gases a los manifestantes. Todo esto dependerá de la posición política y social, en la que se encuentre quien juzgue lo ocurrido.