20-agosto-2020.

Existe un afán –casi obsesivo– por mi parte, de poder desmitificar la supuesta realidad que se vive dentro de las tribunas populares de los estadios de fútbol, en donde se ubican las famosas barras bravas, en particular la barra del equipo América de Cali, el Barón Rojo Sur (BRS) o mundialmente conocida como “La Hinchada de los Cantos”.

Este interés personal de mostrar la otra cara de la moneda de estas tribus urbanas, nace de observar y analizar los diferentes documentales, artículos periodísticos, entrevistas e investigaciones académicas –sobre todo en Colombia–, que se han dedicado a revelar y a lograr entender desde afuera, el lado oscuro de dichas organizaciones sociales, enfatizando todos los factores negativos que giran alrededor del delirio por el deporte rey y dejando rezagado, en un segundo plano, los aspectos positivos que guardan dentro de sí, esta subcultura.

En artículos anteriores, he narrado y explicado el génesis del Barón Rojo Sur, su estructura burocrática –por llamarlo de alguna manera–, su ideología y algunos proyectos sociales y reformas jurídicas y normativas que han llevado a cabo con gran éxito (Links de las columnas: 1. https://elclavo.comm/destacado/las-subculturas-urbanas-de-la-sucursal-del-cielo-el-infierno-tambien-tiene-fanaticos/  2. https://elclavo.comm/destacado/columna-las-subculturas-de-la-sucursal-del-cielo-tercer-capitulo/ 3. https://elclavo.comm/destacado/columna-las-subculturas-urbanas-de-la-sucursal-del-cielo-la-otra-cara-de-las-barras-bravas-tercer-capitulo/ ).

Haciendo un ejercicio de retrospección, me he percatado que los escritos que he realizado tienen como eje central voces masculinas, aunque esto se puede entender por varias razonesla primera, históricamente el fútbol ha sido un deporte exclusivamente de hombres y, por ende, sus hinchas –en su mayoría– son hombres. Segundo, el imaginario identitario de los hinchas amantes al balompié se ve relacionado con el estereotipo de rebeldes varoniles; es decir, comúnmente cuando el ciudadano de a pie piensa en un fanático de este deporte, inconscientemente lo asocia con una figura “joven”, “varonil”, “irresponsable”, “impulsivo”, “apasionado”, “idealista”, “sin ataduras” … Un rebelde por esencia, o en vocabulario barrista: vagos atorrantes.

Esto lo que hace es consolidar y acentuar ese imaginario identitario en las barras bravas, hasta el punto de crear toda una filosofía que engloba diferentes ideales de poder, cuyos fines son llevar a la práctica acciones coercitivas para ejercer una relación de dominación y control sobre la barra rival. Esto se puede hacer a través de cánticos burlescos hacia la hinchada contraria, robando trapos –banderas– a barras rivales o trayendo a colación derrotas vergonzosas de sus competidores de patio.https://www.youtube.com/embed/f9jeLTRhK-0?feature=oembedCortesía: Canal skarlataTV

Esas son las reglas de juego que sólo se logran comprender si haces parte de una barra brava o si tienes sentimientos afines con las ideas que promulgan. ¡La verdad, es que sin ellas el carnaval no seria el mismo!

Esas explicaciones hipotéticas y reglas de juego mencionadas anteriormente, de alguna manera u otra apaciguan las voces femeninas. Entonces, ¿dónde queda la figura de la mujer barrista dentro de esta ecuación? El fútbol en Colombia año tras año se democratiza cada vez más. En el año 2017 se jugó el primer partido de la Liga Profesional Femenina y esto trajo consigo una pluralidad de hinchas nunca antes vista, un rol primario en las jugadoras, al igual que en las fanáticas. Por esa razón, he decidido entrevistar sin ninguna clase de tapujos y de manera extendida, a la única dirigente mujer del Barón Rojo Sur, Karol Salazar. El objetivo de la conversación, es conocer el papel que tienen las mujeres dentro de este tipo de colectivos, conocer la historia de Karol con el América y el BRS, saber de primera mano las opiniones que tiene una líder frente a la pluralidad de género que se está viviendo en estos momentos en el fútbol colombiano, preguntarle por algunas inquietudes barristicas que he tenido desde tiempos inmemorables  y otorgarle el verdadero protagonismo que se merecen las mujeres en una cultura que tradicionalmente siempre ha sido gobernada por hombres.

¿Como surgió tu pasión por el equipo América de Cali?

Básicamente, la pasión por el América fue heredada por mi familia. Desde que tengo memoria me llevaban al estadio, siempre iba a la tribuna Norte con mi mamá y mis tíos. Lo único que no se perdía en mi casa era un partido de América de local, ese era el parche familiar. Con el pasar del tiempo se volvió una obsesión, hasta el punto de convertirse en un fanatismo extremo.

Una anécdota muy particular es que mi mamá fue la que me convirtió en hincha americana y no mi papá –como normalmente sucede–. Mi papá es hincha del Cali. Él siempre alegó muchísimo por volverme americana, hasta me amenazaba… Pero esa batalla la coronó mi mamá [risas]. Por esa razón, siempre voy a estar agradecida con mi madre. También mi abuelo fue responsable de mi pasión por este equipo. Recuerdo que mi abuelo –por parte de mamá– nos daba dinero para que los nietos gritáramos: ¡América! Empezaban a sonar las monedas que se encontraban en los bolsillos de su pantalón y nos decía: “¿quién quiere monedas?,” y todos nos volvíamos locos. En fin, toda la familia por parte de mi mamá nos difundió ese amor por el América y por el fútbol… Después de ahí, no hubo salida, no hubo vuelta atrás. 

¿Cuéntame la historia de tu primer ingreso a la tribuna popular sur?

Mi primer partido en la tribuna popular sur… Recuerdo mucho que fue contra Envigado, no me acuerdo el resultado exacto del marcador, creo que fue 2-1, ganó América. Pero, sí recuerdo muy bien que fue en noviembre, hace 15 años. Estaba con un amigo del barrio que conocí hace mucho tiempo, mi mamá esa vez no pudo ir al estadio, entonces decidí irme con él (como te dije antes, siempre fui a Norte con mi familia y desde esa tribuna se veía el carnaval de la Sur como una cosa impresionante, y yo decía: “algún día tengo que asistir a esa tribuna”). Cuando estábamos en la entrada, me encontraba cagada del susto, porque es un mundo bastante pesado, más para una niña de 12 años –en ese tiempo tenía esa edad–. Ese día hubo bastantes avalanchas; imagínate una niña de 12 años enfrentándose a los empujones de hombres de veintipico. Fue super complicado, pero a la misma vez fue muy bacano.

Bueno, cuando experimenté ese carnaval en primera persona, ahí fue cuando mi familia me perdió por completo [risas]. Mi familia no sabia que iba a la Sur. Recuerdo que me daban la boleta para ir a Norte o a Oriental e iba y buscaba un revendedor como fuera para cambiarla por una boleta de Sur. Ya después de eso, no volví a tocar ninguna otra tribuna. Desde ese instante, llevo 15 años asistiendo a la Tribuna Popular Sur y 13 años siendo Barón Rojo Sur –que son dos cosas muy diferentes–. Nosotros somos en la tribuna Sur alrededor de 10.000 personas –esa es la cantidad de personas que le caben a la tribuna–, pero los que son verdaderamente de la barra, son los que viajan, los que pertenecen a un bloque (grupos organizados), mejor dicho, los que están más metidos en el cuento. Entonces, son 10.000 hinchas que asisten a la Sur y unos 4.000/5.000 que son BRS. Así es como nosotros dividimos a los hinchas de la barra.

¿Crees que tu identidad como persona se ve reflejada en el BRS?

Al estar desde una edad tan temprana en un lugar, uno prácticamente se comporta de la misma manera que las personas que conviven en ese mismo espacio. Pero el carácter es uno sólo, y uno lo va cultivando de forma personal, y el mío es bastante fuerte, y no por la barra, es el carácter que he tenido desde muy pequeña. Además, me considero una persona muy seria; por ejemplo, a mí no me gustan las drogas, pero no juzgo a la gente que las consume… fumar marihuana te puede ayudar a relajarte, hay algun@s que no son dependientes de esa sustancia, sino que la consume de vez en cuando, van al partido y se fuman un ‘porrito‘. Como te dije, lo respeto, pero no me gusta para nada. Eso es una de las cosas que a la gente le parece muy extraño, porque en la barra prácticamente todos fuman, aunque sea un bareto. Adictos como tal, hay muy pocos, oíste.

Se podría llegar a interpretar que son muchos, pero no, por el hecho de que la tribuna Sur huele mucho a marihuana.

No te voy a decir que no probé las drogas, las probé, pero solo las básicas: la marihuana y el trago. Mi madre desde muy pequeña me mostró la realidad oscura de las drogas y eso fue clave para romper con esos vicios.

Entonces, soy una persona de carácter fuerte, seria, pero también soy atenta; es más, muchas de las ideas sociales que hay en la barra son mías. Todo eso hace parte de mi personalidad, de mi ser.

Por otro lado, el tipo de música que se escucha, se toca, se baila y se canta en la barra, es cumbia, y a mí al principio esa música no me colaba tan fácil, porque yo soy muy roquera y metalera a morir… Ahhh, también soy salsera –sólo por el hecho de ser caleños tenemos ese amor por la salsa–. O sea, es complicado porque tú entras y llegas a un mundo donde tiene su propia música, donde tiene sus propios gustos –hasta en el trago–, y son cosas que les vas cogiendo cariño, les vas cogiendo aprecio. Ahora me encanta la cumbia argentina, la cumbia colombiana y el rap (que también es algo que se escucha mucho en la barra).

Para finalizar, este es un lugar donde puedes ser lo que quieras y siempre te van a aceptar y respetar. Puedes ser el presidente de la república y te van a tratar igual a como tratan a un habitante de calle. Aquí tú cambias tu visión del mundo, tus ideales políticos, tu visión social, tus gustos musicales…La barra influye demasiado en tu carácter y personalidad.

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¿Cuál es tu rol dentro del Barón Rojo Sur?

Soy la dirigente de comunicaciones de la barra, manejo el área de comunicaciones, el frente, como se conoce internamente. Tengo un grupo de trabajo extenso, más o menos contamos con 13 personas, en los que se encuentran: diseñadores, comunicadores sociales, ingenieros de sistemas… hay un graduado de Negocios Internacionales, una abogada… Mejor dicho, mi grupo de trabajo es increíble. Nosotros nos encargamos de manejar la cara de la barra, de todo lo que se ve desde el exterior; comunicar las actividades que hace la barra, manejo de las redes sociales, la realización de los flyers para las campañas… Son demasiadas cosas. También, participe en el proyecto de la tienda (https://elclavo.comm/destacado/columna-las-subculturas-urbanas-de-la-sucursal-del-cielo-la-otra-cara-de-las-barras-bravas-tercer-capitulo/ ), que se realizó con el SENA y la Gobernación del Valle del Cauca. Diseñé la tarjeta del MIO para los hinchas del América, que se hizo junto con Metro Cali. Hago los comunicados para la gente en general, también las cartas para la Alcaldía o los entes gubernamentales; por ejemplo, cuando queremos ir a Medellín y queremos que nos den entrada como barra, en ese caso, yo soy la encargada de enviar esas cartas. Manejo algunas veces la prensa. Me encargo de corregir la ortografía de las frases protestas que hace la barra… Bueno, infinidades de cosas.

Hace poco hicimos una “frijolada mundial”, en la que dimos más de 50 mil platos de comida a las personas habitantes de calle, en varias partes del mundo, donde tenemos filiales del Barón. Hicimos más o menos los cálculos y como el 0.05% de la población mundial, ese día esa gente tuvo con que comer gracias al Barón Rojo Sur. Son ese tipo de cosas las cuales nosotros estamos ideando y ejecutando. Este es un trabajo super movido y bastante complicado, pero muy pasional. Aquí lo único que sobra es pasión porque dinero no vas a obtener.

Fotos cortesía: Grupo de Comunicaciones Barón Rojo Sur

*¿Qué piensas de los fanáticos que se enamoran más de la barra que del propio equipo de fútbol?

Personalmente creo que no tiene mucho sentido. Primero que todo, uno se enamora del fútbol y después, uno se enamora de un equipo. Pero a pesar de ello, uno también se enamora de esta barra, porque uno viaje constantemente representándola, la gente que conoces dentro de ella, se convierte en tu familia, la barra se vuelve tu mundo y te absorbe por completo. Aún así, si en algún momento decido alejarme del Barón, voy a seguir siendo hincha de América, sea lo que sea.

Te voy a contar algo… En la barra hay miles de personas distintas, está el médico, el abogado, funcionarios estatales, personas con problemas de drogadicción, ladrones, gente sin hogar y personas que no han tenido oportunidades en la vida. Estas últimas, el Barón Rojo las acoge, no las excluye, sino que las incluye, y eso es de pronto lo que hace enamorase a la gente de esta barra. En ocasiones las personas en vez de buscar solamente fútbol, buscan también cariño, buscan amigos, buscan vida social, porque en sus barrios no tienen, son barrios extremadamente peligrosos. En conclusión, puedo lograr entender a la gente que quiere mucho a la barra y llegan a apasionarse más por ella que por su propio equipo, pero ese no es mi caso. Con esto no quiero decir que no me afectaría emocionalmente separarme de la barra, obviamente sí, porque ahí tengo demasiados sentimientos, demasiados años, demasiada entrega…son demasiadas cosas que la barra ha hecho por mí y demasiadas cosas que yo he hecho por la barra.

*Analizando los medios de comunicación tradicionales, me he percatado que éstos a la hora de cubrir un partido de fútbol colombiano, entrevistan y enfocan a las mujeres que asisten a la cancha, sólo para resaltar su valor decorativo, es decir, les dan cierto protagonismo para trasmitir la “belleza del fútbol” y la diversidad de los hinchas que comulgan a estos espectáculos deportivos, y no se preocupan por mostrar el rol que cumplen las mujeres como líderes o como hinchas con criterios fundamentados. ¿Qué opinión tienes al respecto?

¡El mundo es muy machista! Los medios muestran tanto a las mujeres, con el fin de atraer más audiencia. Les encanta tomar una foto o grabar a una mujer hermosa en el estadio, pero no a una que está cantando y dejando toda su voz en un partido para alentar a su equipo. Siempre he visto con malos ojos estos hechos, por eso es que tampoco me gusta estar frente a las cámaras sino detrás de ellas. He visto como muchos hombres califican en redes sociales a las hinchadas que tiene las mujeres más hermosas, y no se ponen a pensar en qué hinchada tiene más mujeres que van a ver fútbol, que entienden el juego a la perfección y que realmente asisten al estadio por pasión y no por acompañar al marido. ¡Las mujeres nos hemos ganado un rol de protagonistas en los espacios deportivos a pulso y con sudor! Yo no llegue a ser dirigente porque llevaba muchos años y ya, yo llegue porque aporté demasiado, por ser una mujer que, en serio, siempre buscó el bienestar de su equipo y de su barra.

Siguiendo con la respuesta, estamos acostumbrados a que los medios tradicionales manejen su marketing de esa forma, y la verdad me parece muy incómodo. Ya es hora de que dejemos de ser tan retrógrados y pensemos un poquito en que las mujeres también ganamos espacios por la inteligencia y no solamente por la belleza. 

*¿Qué aportan las mujeres a la barra que no aporten los hombres?

Creo que las mujeres somos más reflexivas y pesamos un poquito mejor las cosas y un poquito mejor en las consecuencias de esas cosas.

Para los proyectos somos más detallistas; por ejemplo, cuando organizamos comidas comunitarias para los habitantes de calle, pensamos más allá; pensamos en otórgales un kit de aseo + la comida.

Me ha pasado que el BRS quiere dar a conocer una protesta y los hombres no hacen la campaña suficiente, ni le ponen tanta mística, ni tanto valor a los pequeños detalles que se necesitan para que esa campaña sea un éxito; por ejemplo, en las protestas, yo me ocupo de que las frases críticas sean directas, que tengan una excelente ortografía, para que se entiendan como son y tengan el éxito que deben de tener. Esas son cosas que los hombres pasan por alto. Aunque también hay hombres que son súper dedicados y súper meticulosos, y hacen las cosas perfectas. Pero la mayoría de hombres de la barra, son de… ya; hay un problema, esto lo solucionamos de una forma rápida, por la calentura del momento.

Mejor dicho, las mujeres en general, no solamente en la barra, somos más detallistas, pesamos mejor las cosas y no nos dejamos llevar tanto por los impulsos.

*¿Piensas que las mujeres actualmente tienen más participación e importancia dentro del BRS?

Actualmente, diría que sí tienen más participación e importancia. Para que una mujer o un hombre sea dirigente de la barra, debe tener cierta confianza con todos, debe tener trayectoria y debe tener conocimientos extensos. Si existieran mujeres que cumplan con estos requisitos, podrían ser dirigentes tranquilamente, pero no las hay, lastimosamente.

*¿En tu opinión, quién tiene más aguante en la tribuna, las mujeres o los hombres?

En esta pregunta me voy a ‘fajardiar‘ [risas]. Eso depende de la persona, no depende del género. Hay hombres muy entregados como hay otros que solamente van a buscar drogas o que van con otras intenciones, así como hay mujeres que son super viajeras, super colaboradoras, que siempre están buscando lo mejor para la barra. El aguante no es solamente cantar en la tribuna, el aguante para nosotros es una persona que a pesar del tiempo sigue asistiendo a la Sur, una persona que viaja a todo lado a alentar a la Mecha o, aunque sea, va a todos los partidos de local, y asiste a todas las reuniones.

Foto cortesía: Camilo Murillo

*Ahora que está en auge la Liga Profesional Femenina, ¿consideras que es una buena oportunidad para expandir el fanatismo de las mujeres por el fútbol y las barras?

Todos esos espacios hay que aprovecharlos para que las mujeres se empoderen. Pero creo que la expansión del fanatismo de mujeres por el fútbol y las barras, va a tardar muchísimo.  

La barra ha hecho un trabajo muy grande para invitar a la gente a que asista a los partidos de las niñas, y sorprendentemente ha sido muy bien aceptado, no con la cantidad de hinchas que puede llevar el equipo masculino, pero para apenas haber iniciado, esto va super bien. Además, fuimos campeonas; entonces, eso hace que los hinchas les cojan más cariño y las acepten mejor en el equipo.

Los primeros partidos de la Liga Femenina, la gente no iba al estadio, después las muchachas fueron ganando y cada vez iba más gente y más gente. La única tribuna que se abría era occidental. Al principio solamente asistían 2.000 personas a esa zona y en la semifinal recuerdo que asistieron 6.000 personas, estaba completamente llena.

Con constancia y dedicación, podemos hacerle entender a la gente de que la institución América de Cali, es lo más grande que existe, sin importar el género, la gente lo tiene que apoyar igual.

*¿Cómo ves el futuro de las mujeres en la barra en términos de liderazgo?

Lo veo con buenos ojos, todo siempre y cuando las mujeres se ‘pongan la 10’, en términos de que quieran el beneficio de la barra y que trabajen y luchen para conseguirlo, porque esto no es fácil, porque manejar una masa de hombres es una tarea ardua y eso hace que la mujer exija respeto, se mantenga firme y tenga suficiente inteligencia para no dejarse ganar de intimidaciones. A partir de esas condiciones, el poder de una mujer puede ir aumentando y escalando. La clave es tener paciencia, carácter y personalidad. 

Los pueden encontrar en Instagram: