Investigadores usaron sismómetros para examinar cómo se distorsionan las ondas sísmicas cuando pasan a través de la bola sólida de hierro y níquel en el corazón de la Tierra.

Nuevos detalles del núcleo interno de la Tierra son revelados a medida que las reverberaciones de los grandes terremotos rebotan en el centro del planeta. Es por eso que, en un estudio publicado por Nature Communications, investigadores usaron sismómetros para examinar cómo se distorsionan las ondas sísmicas cuando pasan a través de la bola sólida de hierro y níquel en el corazón de la Tierra.

Debe recordarse que, aunque ha sido tema de conversación durante varias décadas el hecho de que la ciencia sugiera que el núcleo interno sólido del planeta está formado por distintas capas, sus propiedades siguen siendo un misterio.

“El planeta oscila como una campana después de un gran terremoto, y no solo durante horas sino días”, dijo el coautor de la investigación, Hrvoje Tkalčić, geofísico de la Universidad Nacional de Australia en su capital, Canberra.

Para detectar estas oscilaciones, los autores registraron las formas de onda cerca del sitio original del terremoto y en la antípoda, la posición directamente opuesta en la superficie de la Tierra. Esto les permitió observar los múltiples viajes a través del centro del planeta.

“Es como una pelota de ping-pong que rebota de un lado a otro”, dice el coautor Thanh-Son Pham, becario postdoctoral en la Universidad Nacional de Australia. Según él, cada reverberación tarda alrededor de veinte minutos en cruzar de un lado del planeta al otro, y los sismómetros registraron hasta cinco rebotes de un solo evento.

Cada uno de los terremotos originales alcanzó una magnitud superior a seis, pero las ondas se debilitaron progresivamente a medida que pasaban por el núcleo de la Tierra. Los investigadores utilizaron una técnica llamada “apilamiento”, en la que combinaron las formas de onda de un solo evento para construir una imagen más detallada de la distorsión del núcleo más interno.

¿Cuáles fueron los resultados?

Los investigadores descubrieron que, en comparación con el núcleo externo, las ondas viajaban diferente a través del interno, cuyo espesor de aproximó a los 650 kilómetros según resultados del estudio.

Las ondas que pasan a través de la parte más interna del núcleo disminuyen la velocidad en una dirección, mientras que las ondas que pasan a través de la capa exterior disminuyen la velocidad en otra dirección.

“Simplemente significa que los cristales de hierro, elemento dominante en el núcleo interno, tal vez estén organizados de una manera diferente que en la capa exterior del núcleo interno”, dice Tkalčić.

El geofísico Vernon Cormier de la Universidad de Connecticut en Storrs dice que el estudio es importante porque ofrece una medida de la sección más interna de la Tierra que era muy difícil de lograr. “Requiere encontrar ondas sísmicas registradas a muy larga distancia y que tengan una amplitud bastante débil, y luego mejorar la amplitud para poder medir la velocidad de la onda en el interior muy profundo de la Tierra”, dice Cormier.

Este hallazgo ayudará a comprender cómo se formó el núcleo interno sólido de la Tierra, un proceso que se cree que comenzó hace 600 o 1.500 millones de años, y qué papel podría haber tenido en la formación del campo magnético.

El Espectador.