Juan Manuel Rodríguez Bocanegra @Vieleicht

Despiertas.

Apenas pones los pies en el piso sientes que, por alguna razón, va a ser un buen día.

Te duchas, desayunas, y tiempo después enciendes el computador. Comienzas a trabajar y despachas un pendiente detrás de otro y la mañana se pasa volando. Te sientes como una máquina, imparable.

Miras el reloj y ya es más del medio día. No solo te lo recuerda la hora, sino también un ligero vacío que sientes en el estómago. “Es hora de almorzar”, piensas.

Más tarde, cuando te vuelves a sentar en el escritorio, esperas que la tarde sea tan productiva como la mañana, pero un velo de cansancio cae encima de ti y no dejas de pensar en lo placentero que sería echarse a dormir.

Piensas en tomar una siesta para descansar un poco o un café para espantar el cansancio, pero ¿por qué no combinar ambas cosas?

Coffee Nap

Ahí estás, con una tarde de trabajo por delante, pero también con algo de sueño. Para contrarrestar ese estado podrías tomar una coffee nap (Siesta de Café).

Consisten en beber una taza de café e inmediatamente después tomar una siesta. ¿Dormir y cafeína juntos?, te preguntas. Aunque suene extraño su mezcla funciona.

La cafeína, después de pasar por el estómago y el intestino, ingresar al torrente sanguíneo y llegar al cerebro, tarda alrededor de 30 minutos en hacer efecto. Por eso tener un buen descanso o, incluso, dormir un poco luego de tomar café, es posible.

Las siestas de café funcionan porque la cafeína se une a la adenosina, un neurotransmisor que cuando se acumula en grandes cantidades, se conecta a receptores y hace que sientas cansancio.

Cuando duermes los niveles de adenosina disminuyen, y esto hace que más receptores estén disponibles para la cafeína.

Lo ideal es configurar una alarma para que la siesta sea de 15 a 20 minutos y no se alargue, porque después de ese tiempo tu cerebro está más dispuesto a entrar en etapas profundas de sueño, y ni modo de decirle a tu jefe que estuviste ausente toda la tarde por andar probando una coffe nap.

Recomendaciones para la coffee nap perfecta

Pruébala cuando sientas cansancio y tengas como mínimo 15 minutos disponibles para tomar una siesta.

No son recomendables al finalizar el día, pues la regla general es evitar la cafeína, por lo menos 6 horas antes de acostarte, para que no te desveles.

Lo ideal es que tomes el café rápido y luego intentes dormir de inmediato, para que el fin de tu siesta coincida con el momento en que la cafeína comienza a surtir efecto en tu organismo. No te preocupes si no logras quedarte dormido, pues incluso descansar plácidamente puede ser suficiente.

También ten en cuenta que las siestas de café involucran solo una taza, no una jarra de la bebida.

Procura tomar el café solo, sin añadirle azúcar, leche o crema. La primera puede causar un pico de energía no natural que luego colapsa y las otras sustancias pueden interferir con tu digestión.

Como resultado te vas a sentir descansado, y estimulado, o bien, cafeinado, si es que el término aplica.

¿Te animas a probar las coffee naps?