Por: BIOCARE Colombia

La primera vez que conocí el mar, tenía 8 años, y en ese momento todas las expectativas se cumplieron: olas grandes, animales bajo el agua y horas interminables de sol. En mi mente y tal vez en la de muchos más, la idea de playa nos transportaba a una postal de ensueño, un mar listo para recibirnos y una playa de arena suave, siempre impecable.

14 años después de la primera visita regresé al mar. Esta vez, las expectativas no se cumplieron. La playa estaba cubierta de pañales desechables, pitillos, zapatos, cepillos de dientes, entre muchos otros.  Sentarse a observar la marea ya no era una actividad relajante, sino más bien, una preocupación y descontento inminente.

Sin embargo, tenía claro que unas vacaciones poco satisfechas eran lo menos importante en el asunto, ya que tenía claro que todo lo que estaba en la playa iba directo al océano, donde la biodiversidad marina es quien realmente sufre las consecuencias. Un lugar en donde las tortugas llegan a poner sus huevos y las ballenas jorobadas llegan cada año, en donde hay una diversidad en tiburones, rayas y corales como en ningún lugar del planeta. Todos estos animales, ya contaban con un ingrediente más en su cena, pero que tardaba muchos años en degradarse.

Queriendo ser parte del cambio, nace la empresa BIOCARE para comercializar cepillos de dientes de bambú biodegradables y pitillos reutilizables. Además, teniendo como norte la conservación de los océanos y entendiendo que la educación con amor y con respeto, seguramente, serán la clave para transformarnos como sociedad en la preservación de nuestro planeta.

Tal vez te estarás preguntando ¿A largo plazo eso si tiene un impacto positivo en el planeta? Hay una frase de la escritora Edith Eger, respecto a su historia de vida en los campos de concentración Nazi y dice “No podía alterar la deshumanización sistemática ni el asesinato de los más de seis millones de inocentes que murieron en los campos. Pero sí podía decidir cómo responder al terror y a la impotencia. Por alguna razón, elegí la esperanza”

Con el planeta, elegimos la esperanza. Esperanza porque te ayudamos a descubrir la biodiversidad que tenemos, esperanza porque somos una comunidad que cada vez crece más y eso es sinónimo de mayor atención frente a lo que está pasando, esperanza porque es la que nos hace continuar para seguir en busca de esa playa que visitamos la primera vez.