La revista ‘Science of the Total Environment’ publicó un estudio en el que se revelan cambios en la vegetación en el sur de china, gracias al calentamiento global. Las principales causas son las emisiones de dióxido de carbono atmosférico y rayos solares que afectan el crecimiento de muchos tipos de plantas, lo que facilita el incremento de murciélagos en esa zona.

Los cambios se notan directamente en el paso de matorrales tropicales a sabanas tropicales con bosques. Esto causó que algunas especies de murciélagos se vieran atraídos por estas nuevas zonas boscosas, de donde son originariamente, y donde ya se albergan más de 100 tipos de coronavirus que se transmiten entre murciélagos. Aún están estudiando si directamente el SARS-CoV-2 fue retransmitido gracias a estas nuevas zonas, o si se trata de sólo una coincidencia.