Por: Juan Steban Méndez.

En primer lugar, todos disfrutamos el cine a nuestra manera. Cada quien tiene un género que lo apasiona, y somos parte de un público que consume cierto material específico. La industria cinematográfica funciona de esa manera, si al público le gusta lo que ve, se les da más contenido, pero ¿hasta qué punto la calidad de éstos se sigue manteniendo?

Asimismo nos estamos refiriendo a un sector joven de personas que consumen un cine más comercial, con poco atrevimiento, y algo gastado por los clichés de las historias escolares sobre adolescentes estadounidenses con problemas del primer mundo. Es lo que a la nueva generación les gusta por mayoría, aunque no hay que ignorar que todavía hay quienes apuestan por un cine más premeditado, cuidado y hecho con pasión, pero de eso hablaré en otra ocasión.

A lo mejor, sin duda alguna llegamos ya a un punto donde, de manera compulsiva, la industria está produciendo contenido sin calidad, más fácil de hacer, sin espíritu, pero que irónicamente da mucho más dinero, y si da billete, ¿qué importa lo esencial del arte?, pero esto no se queda ahí, porque la industria aprovecha los conflictos o polémicas actuales como medio para vender, de ahí salen ideas como la idealización de la cultura lgbt en estas obras, o el empoderamiento femenino.

Considero que, hay mucho cine sin explorar que también es de carácter juvenil. No todas las obras de hoy en día son malas, pero sí son pocas las que sobresalen y nos sorprenden, pero nos frustramos cuando dichas obras no prosperan y como es de esperarse, son canceladas para dejarnos a la deriva, o terminan de manera apresurada.

Por consiguiente, ya estamos cansados de los clichés, la normalización de conductas demasiado adultas en jóvenes, y no es porque no exista, pero hacen ver que realmente una producción de este tipo no sobrevive si no sigue estos patrones, desde el chico popular que es deportista, el protagonista humilde que entra a una nueva escuela; el personaje que empieza siendo rechazado por la sociedad pero termina por deslumbrar y hacer cambios extremos en su conducta y vestimenta, puro complejo de ‘patito feo’, algo bastante quemado en la industria.

“El cine no está muerto. Sólo hace algo diferente. El lugar sigue lleno de niños, pero están todos con sus teléfonos. Es un evento social, como una hoguera, y la película es la hoguera. Es por lo que la gente se reúne pero realmente no está ahí para ser observada. Porque la hoguera es siempre la misma.” Menciona el director David Fincher (el club de la pelea), acerca de algunos problemas del cine actual, y si, la mayoría de público juvenil no ve a cine como algo importante y sólo como algo más ligero y entretenido. Considero que no es malo a corto plazo pero sí cuando las verdaderas obras dignas de ser apreciadas en este género son opacadas por lo que el público demanda y realmente a este no le interesa mucho el asunto.

Pero no todo es perdición, hace poco se estrenó una nueva película del stand de los besos, película original de Netflix que adapta una serie de libros, y bueno, es una más del montón y esto me hizo indagar en qué producciones actuales sí son buenas, que algo bueno tenía que sacar de la situación, en la lista puedo destacar en primera a la película “Lady Bird” , una película del 2017 dirigida por Greta Gerwig y nos cuenta la historia de una adolescente que está por terminar la escuela y empieza a tener problemas juveniles con los que puedes identificarte fácilmente, también porque forma un hermoso relato de los miedos sobre el futuro, primeros amores, fiestas y demás cosas que los hace apropiadamente sin caer en el exceso de “Fan service” de las producciones más comerciales.

En definitiva, el futuro del cine está en un veremos constante. Se sabe que las futuras generaciones tendrán otra cultura y de esto se planteara las temáticas de las producciones, pero hablemos por última del ahora, podemos decir que vamos por un camino algo erróneo en cuanto a la comercialización, sin embargo, esas pocas obras que merecen la pena y recomiendo como Euphoria, serie de 2019 protagonizada por Zendaya que relata la historia de una joven que lucha con la drogadicción y también abarca diversos temas pesados pero de una manera seria y analítica, como haciendo un llamado a la reflexión, la serie tuvo éxito y se encuentra disponible en Hbo Max, plataforma de Streaming que llegó a Latinoamérica hace mes y medio, y está teniendo un buen recibimiento por parte de los consumidores. Si esta obra tuvo el éxito que se merecía, puede que muchas otras también, y se empiece a apostar por un cine o televisión de calidad, y así acabar con este deterioro del cine juvenil.

Termino por decir que el futuro del cine pronto estará en manos de generaciones que darán mucho que pensar, hablamos de una revolución, y apoyar el cine que en verdad nos trasmite algo es un excelente inicio.