Por: Jhonatan García.

Hoy en día en nuestra sociedad, el concepto que más llama la atención y en ocasiones hasta hipnotiza a muchos, es la palabrita mágica “cambio”. En tiempos de elecciones, como los que pasamos días atrás, muchos aprovecharon para incluirla en su discurso; como es el caso de los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, ambos se mofaban de llevar ese lema, que, a mucha gente, como lo vimos, en primera y segunda vuelta les gusto. Cuando analizamos la etimología de la palabra, vemos que surge del latín cambium, que significa: acción o efecto de cambiar. El cambio debe tener un contenido diferente, ¿pero ése es el caso de lo que proponen estos dos candidatos?

Analizando el contenido, entré las propuestas de uno y otro contendor, nos damos cuenta que sí. Ambos están separados del actual partido político que gobierna; ambos proponen propuestas novedosas: Petro propone un modelo económico de pilares y la cancelación extracción de petróleo. Rodolfo propone la industrialización del agro y la Intervención en esfuerzos para la producción de energías alternativas. Ahora bien, estas propuestas son novedosas en el ámbito económica, pero dejan de un lado el petróleo, que es la fuente principal económica del país generando alrededor de 7.5 billones de pesos.

La sociedad colombiana una sociedad hedonista y emocionalista
En la actual sociedad, en la que vivimos, es fácil enredar y engañar, a personas, con propuestas utópicas, irrealizables y no factibles, porque el nivel comprensión lectura y educación política y financiera es baja, hoy pocos ciudadanos, se atreven a leer y a contrastar las propuestas de uno y otro. Una sociedad que en muchos años se ha envuelto en una filosofía de vida hedonista, emocionalista es una sociedad que poco racionaliza y replantea sus posturas ya que son sentimentalistas; esto se puede notar, al ver los últimos resultados de las pruebas comprensión lectora, elaborado por Smartick, donde participaron 5 países y quedamos en el último lugar, a su vez el último sondeo de la Cámara Colombiana del Libro muestra que en promedio los colombianos leen 2,7 libros al año.

El cambio atreves de las nuevas generaciones
Las nuevas generaciones, tienen que llevar la bandera del cambio real, porque son las encargadas de educar atreves del ejemplo y de la preparación intelectual y sobre todo moral; sin embargo vemos como este último ítem ha quedado en el olvidó, la moral paso hacer un concepto relativista, que cada persona decide como definirlo a su propia conveniencia, cuando sabemos que no es así, la moral es objetiva y todos debemos de respetarla, en especial la juventud, pero hoy en día vemos jóvenes totalmente polarizados, en una suerte de “revolucionaros” violentos, que insisten en promover cada vez más la división del pueblo, sin promover el debate intelectual de ideas, parecieran que quisieran más bien devolvernos la historia, a esos tiempos violentos, donde en los años 50, las personas se mataban, por ser conservadores o liberales y no quisiéramos avanzar como sociedad; esto también promovido por los grandes medios hegemónicos que promueven más la batalla de insultos, que las batallas de ideas.

Los grandes cambios empiezan en lo individual
A lo largo de la historia, vemos como los grandes cambios sociales se han gestados primero individualmente y después pasaron hacer grupales. En USA en los años 50, mientras acá nos matábamos, allá se gestaba una de las más grandes revoluciones, con el liderazgo de Marting Luter King, quién logró una serie de leyes, que ayudo a mitigar la fuerte oleada de discriminación racial que azotaba ese país, lo sorprendente fue que lo logró sin acudir a la violencia.