Quienes emplean la vía Panamericana para dirigirse a sus universidades en el sur de Cali probablemente sabrán que, desde hace días, se están llevando a cabo las instalaciones de semáforos frente a la Universidad Autónoma de Occidente y que siguen planeando quitar el puente peatonal ubicado en ese mismo lugar. ¿Qué necesidad hay de arriesgar más aún la vida de quienes empleamos dicho puente? ¿Con qué propósito van a cambiar algo por otra cosa peor? ¿Por qué ni la Universidad Autónoma de Occidente ni la Alcaldía de Cali hicieron al menos una encuesta para saber si quienes pertenecemos a la UAO (que somos los que más utilizamos el puente) estamos o no de acuerdo con tal decisión?

Personalmente, llevo casi dos años escuchando el rumor de que iban a quitar aquel puente peatonal mencionado anteriormente, pero, al ver que con el transcurrir del tiempo no parecía que aquel “chisme” fuese a cumplirse, ya me había hecho a la idea de que simplemente se trataba de una falsedad; pero lastimosamente no parece ser así, ya que hace poco se empezaron a efectuar las obras preparatorias para el desmonte del puente, lo cual me motivó a escribir esta columna con el propósito de expresar mi total oposición a tan aberrante hecho.

Para nadie es un secreto que, al menos en Colombia, la gran mayoría de accidentes de tránsito se genera debido a que algún conductor se “come” un semáforo; pues bien, en el 2017 (dato más reciente que hallé), según un artículo del periódico El Tiempo, 5.803 personas murieron a causa de un accidente de tránsito en Colombia, lo que equivale a 18 muertes diarias en las calles y carreteras del país. Aún así, esto parece no importarle ni a Jorge Iván Ospina ni a su gabinete encargado de este “proyecto” ni a los directivos de la Universidad Autónoma de Occidente.

La gravedad de lo dicho anteriormente aumenta si se toma bajo consideración el hecho de que la vía Panamericana es una de las más transcurridas (si no es la más) de Cali y que cientos de personas (incluyéndome) consideran necesario atravesar el puente peatonal ya sea para llegar a la UAO, a su vivienda, al paradero del MIO, para dirigirse a la vía que está del otro lado de la universidad y abordar transporte, etc.

Si bien es cierto que hace unos días se anunció la postergación del desmonte del puente y la realización de charlas pedagógicas con las personas que se verán afectadas por esto, al momento de escribir esta columna, esto último no se ha cumplido y la incertidumbre sigue predominando. No tiene ningún sentido que, por un lado, a través de las modificaciones realizadas en esta vía desde hace meses se quiera mejorar la movilidad y descongestionar el tráfico, y por otro lado quieran llenar cada vez más de semáforos los carriles de la misma. Finalmente, es totalmente utópico pensar que los conductores respetarán un semáforo que, según entendí de una intervención al respecto transmitida por Noti5, solo se pondrá en rojo cuando un peatón active dicha opción. Que alguien le diga a “Ivancho” y a la Secretaría de Infraestructura que estamos en Colombia, no en Nueva Zelanda.